LOS ALREDEDORES
No os podéis perder el majestuoso Castel Sant'Angelo, a la orilla derecha del rió Tíber. El término "Castillo" es quizás impropio dado que originariamente era un mausoleo imperial y sucesivamente parte integrante de las murallas de la ciudad, fortaleza medieval y residencia del Papa. Los amantes de la lírica recordarán que Tosca se quitó la vida tirándose de estas murallas, en el final de la obra maestra de Puccini.
Cruzando el puente adornado de estatuas frente al castillo, encontraréis la famosísima (¡y zona peatonal!) Plaza Navona, la fastuosa y aristocrática Plaza Farnese o el animado Campo de'Fiori - sede por la mañana del mercado de fruta y verdura y por la noche punto de encuentro de jóvenes que llenan tanto los bares como los restaurantes de la plaza desde el atardecer hasta altas horas de la madrugada.